Canten al Señor un cántico nuevo, su alabanza desde los confines de la tierra.
Que le cante el mar y cuanto contiene, las islas y sus habitantes.
Alcen la voz el desierto y sus ciudades, desde la cima de los montes vociferen. Is 42:10-11.
Un espacio para animar el Canto en la Celebración de la Eucaristía, asumiéndolo como un ministerio al servicio de la Asamblea que se reune a alabar al Señor _ Taller de Guitarra Litúrgica Colegio San Mateo Primer Semestre 2007